Marcos 3:1-13 Reina Valera Gómez (RVG)

1. Y otra vez entró en la sinagoga; y había allí un hombre que tenía seca una mano.

2. Y le acechaban, si en sábado le sanaría, para poder acusarle.

3. Entonces dijo al hombre que tenía seca la mano: Levántate y ponte en medio.

4. Y les dijo: ¿Es lícito hacer bien en sábado, o hacer mal; salvar la vida, o quitarla? Pero ellos callaban.

5. Entonces mirándolos alrededor con enojo, entristecido por la dureza de sus corazones, dijo al hombre: Extiende tu mano. Y él la extendió, y su mano le fue restaurada sana como la otra.

6. Y saliendo los fariseos, en seguida tomaron consejo con los herodianos contra Él, de cómo le matarían.

7. Mas Jesús se retiró al mar con sus discípulos, y le siguió una gran multitud de Galilea, y de Judea,

8. y de Jerusalén, y de Idumea, y del otro lado del Jordán, y los de alrededor de Tiro y de Sidón, una gran multitud, que oyendo cuán grandes cosas hacía, vinieron a Él.

9. Y dijo a sus discípulos que le tuviesen siempre apercibida una barca, por causa de la multitud, para que no le oprimiesen.

10. Porque había sanado a muchos, de manera que por tocarle, caían sobre Él todos los que tenían plagas.

11. Y los espíritus inmundos, al verle, se postraban delante de Él, y daban voces, diciendo: Tú eres el Hijo de Dios.

12. Mas Él les reprendía mucho que no le diesen a conocer.

13. Y cuando subió al monte, llamó a sí a los que Él quiso, y vinieron a Él.

Marcos 3