1. Y después de algunos días entró otra vez en Capernaúm, y se oyó que estaba en casa.
2. E inmediatamente se juntaron muchos, tanto que ya no había lugar, ni aun a la puerta; y les predicaba la palabra.
3. Entonces vinieron a Él unos trayendo a un paralítico, que era cargado por cuatro.
4. Y no pudiendo llegar a Él por causa del gentío, descubrieron el techo de donde estaba, y haciendo una abertura, bajaron el lecho en que yacía el paralítico.
5. Y al ver Jesús la fe de ellos, dijo al paralítico: Hijo, tus pecados te son perdonados.
6. Y estaban sentados allí unos de los escribas, los cuales pensaban en sus corazones:
7. ¿Por qué habla Éste así? Blasfemias dice. ¿Quién puede perdonar pecados, sino sólo Dios?