Marcos 14:45-64 Reina Valera Gómez (RVG)

45. Y cuando vino, enseguida se acercó a Él, y le dijo: Maestro, Maestro. Y le besó.

46. Entonces ellos le echaron mano, y le prendieron.

47. Y uno de los que estaban allí, sacó una espada, he hirió a un siervo del sumo sacerdote, y le cortó la oreja.

48. Y respondiendo Jesús, les dijo: ¿Como contra un ladrón habéis venido con espadas y palos para prenderme?

49. Cada día estaba con vosotros enseñando en el templo, y no me prendisteis; pero es así, para que se cumplan las Escrituras.

50. Entonces todos dejándole, huyeron.

51. Y cierto joven le seguía, cubierta su desnudez con una sábana; y los jóvenes le prendieron.

52. Mas él, dejando la sábana, huyó de ellos desnudo.

53. Y trajeron a Jesús ante el sumo sacerdote; y estaban reunidos con él todos los príncipes de los sacerdotes y los ancianos y los escribas.

54. Y Pedro le siguió de lejos hasta adentro del patio del sumo sacerdote; y estaba sentado con los siervos, calentándose al fuego.

55. Y los príncipes de los sacerdotes y todo el concilio buscaban testimonio contra Jesús, para entregarle a muerte, mas no lo hallaban.

56. Porque muchos decían falso testimonio contra Él; pero sus testimonios no concordaban.

57. Entonces levantándose unos, dieron falso testimonio contra Él, diciendo:

58. Nosotros le oímos decir: Yo derribaré este templo que es hecho a mano, y en tres días edificaré otro hecho sin mano.

59. Pero ni aun así concordaba el testimonio de ellos.

60. Entonces el sumo sacerdote, levantándose en medio, preguntó a Jesús, diciendo: ¿No respondes nada? ¿Qué testifican éstos contra ti?

61. Mas Él callaba, y nada respondía. El sumo sacerdote le volvió a preguntar, y le dijo: ¿Eres tú el Cristo, el Hijo del Bendito?

62. Y Jesús le dijo: Yo soy; y veréis al Hijo del Hombre sentado a la diestra del poder, y viniendo en las nubes del cielo.

63. Entonces el sumo sacerdote rasgando su vestidura, dijo: ¿Qué más necesidad tenemos de testigos?

64. Habéis oído la blasfemia; ¿qué os parece? Y todos le condenaron a ser culpable de muerte.

Marcos 14