58. Y oyeron sus vecinos y sus parientes que Dios había mostrado para con ella grande misericordia, y se regocijaron con ella.
59. Y aconteció que al octavo día vinieron para circuncidar al niño; y le llamaban por el nombre de su padre, Zacarías.
60. Y respondiendo su madre, dijo: No; sino Juan será llamado.
61. Y le dijeron: No hay nadie en tu parentela que se llame con ese nombre.
62. Entonces hicieron señas a su padre, preguntándole cómo le quería llamar.
63. Y pidiendo una tablilla, escribió, diciendo: Juan es su nombre. Y todos se maravillaron.