32. Yo asolaré también la tierra, y se pasmarán de ella vuestros enemigos que en ella moran:
33. Y a vosotros os esparciré entre las naciones, y desenvainaré espada en pos de vosotros; y vuestra tierra estará asolada, y yermas vuestras ciudades.
34. Entonces la tierra descansará sus sábados todos los días que estuviere asolada y que vosotros estéis en la tierra de vuestros enemigos; la tierra descansará entonces y gozará sus sábados.
35. Todo el tiempo que esté asolada reposará, por cuanto no reposó en vuestros sábados mientras habitabais en ella.
36. Y a los que quedaren de vosotros infundiré en sus corazones tal cobardía, en la tierra de sus enemigos, que el sonido de una hoja que se mueve los perseguirá, y huirán como de la espada, y caerán sin que nadie los persiga.
37. Y tropezarán los unos en los otros, como si huyeran delante de la espada, aunque nadie los persiga; y no podréis resistir delante de vuestros enemigos.
38. Y pereceréis entre las naciones, y la tierra de vuestros enemigos os consumirá.
39. Y los que quedaren de vosotros decaerán en las tierras de vuestros enemigos por su iniquidad; y por la iniquidad de sus padres decaerán con ellos.
40. Y confesarán su iniquidad, y la iniquidad de sus padres, por su prevaricación con que prevaricaron contra mí; y también porque anduvieron conmigo en oposición,
41. yo también habré andado en contra de ellos, y los habré metido en la tierra de sus enemigos; y entonces se humillará su corazón incircunciso, y reconocerán su pecado;
42. Entonces yo me acordaré de mi pacto con Jacob, y asimismo de mi pacto con Isaac, y también de mi pacto con Abraham me acordaré; y haré memoria de la tierra.
43. Y la tierra será abandonada por ellos, y disfrutará sus sábados, estando desolada a causa de ellos; entonces se someterán al castigo de sus iniquidades; por cuanto menospreciaron mis decretos, y el alma de ellos tuvo fastidio de mis estatutos.