Levítico 14:20-37 Reina Valera Gómez (RVG)

20. Y hará subir el sacerdote el holocausto y el presente sobre el altar. Así hará el sacerdote expiación por él, y será limpio.

21. Mas si fuere pobre, que no alcanzare su mano a tanto, entonces tomará un cordero para ser ofrecido como ofrenda agitada por la culpa, para reconciliarse, y una décima de flor de harina amasada con aceite para ofrenda, y un log de aceite;

22. Y dos tórtolas, o dos palominos, lo que alcanzare su mano: y el uno será para expiación por el pecado, y el otro para holocausto;

23. Al octavo día traerá estas cosas al sacerdote por su purificación, a la puerta del tabernáculo de la congregación, delante de Jehová.

24. Y el sacerdote tomará el cordero de la expiación por la culpa, y el log de aceite, y lo mecerá el sacerdote como ofrenda agitada delante de Jehová.

25. Luego degollará el cordero de la culpa, y el sacerdote tomará de la sangre de la culpa, y la pondrá sobre la ternilla de la oreja derecha del que ha de ser purificado, y sobre el pulgar de su mano derecha, y sobre el pulgar de su pie derecho.

26. Y el sacerdote echará del aceite sobre la palma de su mano izquierda;

27. y con su dedo derecho el sacerdote rociará del aceite que tiene en su mano izquierda, siete veces delante de Jehová.

28. Y el sacerdote pondrá del aceite que tiene en su mano sobre la ternilla de la oreja derecha del que ha de ser purificado, y sobre el pulgar de su mano derecha, y sobre el pulgar de su pie derecho, en el lugar de la sangre de la ofrenda por la culpa.

29. Y lo que sobrare del aceite que el sacerdote tiene en su mano, lo pondrá sobre la cabeza del que ha de ser purificado, para reconciliarlo delante de Jehová.

30. Asimismo ofrecerá una de las tórtolas, o de los palominos, lo que alcanzare su mano:

31. El uno de lo que alcanzare su mano, en expiación por el pecado, y el otro en holocausto, además de la ofrenda: y hará el sacerdote expiación por el que se ha de purificar, delante de Jehová.

32. Ésta es la ley del que hubiere tenido plaga de lepra, cuya mano no alcanzare lo prescrito para purificarse.

33. Y habló Jehová a Moisés y a Aarón, diciendo:

34. Cuando hubieres entrado en la tierra de Canaán, la cual yo os doy en posesión, y pusiere yo plaga de lepra en alguna casa de la tierra de vuestra posesión,

35. vendrá el dueño de aquella casa, y dará aviso al sacerdote, diciendo: Como plaga ha aparecido en mi casa.

36. Entonces el sacerdote mandará desocupar la casa, antes que el sacerdote entre a mirar la plaga, para que no sea contaminado todo lo que estuviere en la casa: y después el sacerdote entrará a reconocer la casa:

37. Y mirará la plaga; y si la plaga estuviere en las paredes de la casa con cavidades verdosas o rojizas, las cuales parecieren más hundidas que la pared,

Levítico 14