32. Y todo aquello sobre que cayere alguno de ellos después de muertos, será inmundo; así vaso de madera, como vestido, o piel, o saco, cualquier instrumento con que se hace obra, será metido en agua, y será inmundo hasta la tarde, y así será limpio.
33. Y toda vasija de barro dentro de la cual cayere alguno de ellos, todo lo que estuviere en ella será inmundo, y quebraréis la vasija:
34. Toda vianda que se come, sobre la cual viniere el agua de tales vasijas, será inmunda; y toda bebida que se bebiere, será en todas esas vasijas inmunda:
35. Y todo aquello sobre que cayere algo del cuerpo muerto de ellos, será inmundo; el horno u hornillos se derribarán; son inmundos, y por inmundos los tendréis.
36. Con todo, la fuente y la cisterna donde se recogen aguas, serán limpias: mas lo que hubiere tocado en sus cuerpos muertos será inmundo.
37. Y si parte de sus cuerpos muertos cayere sobre alguna semilla que se haya de sembrar, será limpia.
38. Mas si se hubiere puesto agua en la semilla, y parte de sus cuerpos muertos cayere sobre ella, la tendréis por inmunda.
39. Y si algún animal que tuviereis para comer se muriere, el que tocare su cuerpo muerto será inmundo hasta la tarde:
40. Y el que comiere de su cuerpo muerto, lavará sus vestiduras, y será inmundo hasta la tarde; asimismo el que sacare su cuerpo muerto, lavará sus vestiduras, y será inmundo hasta la tarde.