Lamentaciones 4:13-22 Reina Valera Gómez (RVG)

13. Es por los pecados de sus profetas, por las maldades de sus sacerdotes, que derramaron en medio de ella la sangre de los justos.

14. Titubearon como ciegos en las calles, fueron contaminados con sangre, de modo que no pudiesen tocar a sus vestiduras.

15. ¡Apartaos! ¡Inmundos! les gritaban, ¡Apartaos, apartaos, no toquéis! Cuando huyeron y fueron dispersados, dijeron entre las naciones: Nunca más morarán aquí.

16. La ira de Jehová los apartó, no los mirará más: No respetaron la faz de los sacerdotes, ni tuvieron compasión de los viejos.

17. Aun han desfallecido nuestros ojos tras nuestro vano socorro: En nuestra esperanza aguardamos a una nación que no puede salvar.

18. Cazaron nuestros pasos para que no anduviésemos por nuestras calles: Se acercó nuestro fin, se cumplieron nuestros días; porque llegó nuestro fin.

19. Ligeros fueron nuestros perseguidores más que las águilas del cielo: Sobre los montes nos persiguieron, en el desierto nos tendieron emboscada.

20. El aliento de nuestra nariz, el ungido de Jehová fue apresado en sus fosos; de quien habíamos dicho: A su sombra tendremos vida entre las naciones.

21. Gózate y alégrate, hija de Edom, la que habitas en tierra de Uz: Aun hasta ti pasará el cáliz; te embriagarás, y vomitarás.

22. Se ha cumplido el castigo de tu iniquidad, oh hija de Sión: Nunca más te hará llevar cautiva. Él castigará tu iniquidad, oh hija de Edom; pondrá al descubierto tus pecados.

Lamentaciones 4