28. Que se siente solo, y calle, porque es Él quien se lo impuso.
29. Ponga su boca en el polvo, por si aún hay esperanza.
30. Dé la mejilla al que le hiere; y sea colmado de afrenta.
31. Porque el Señor no desecha para siempre;
32. antes bien, si aflige, también se compadece según la multitud de sus misericordias.
33. Porque no aflige ni acongoja de su corazón a los hijos de los hombres.
34. Desmenuzar bajo de sus pies a todos los encarcelados de la tierra,
35. hacer apartar el derecho del hombre ante la presencia del Altísimo,
36. trastornar al hombre en su causa, el Señor no lo aprueba.
37. ¿Quién será aquel que diga, que vino algo que el Señor no mandó?
38. ¿De la boca del Altísimo no sale lo malo y lo bueno?
39. ¿Por qué murmura el hombre viviente, el hombre en su pecado?
40. Escudriñemos nuestros caminos, y busquemos, y volvámonos a Jehová.