38. Él entonces dijo: Ve. Y la dejó por dos meses. Y ella fue con sus compañeras, y lloró su virginidad por los montes.
39. Y aconteció que pasados los dos meses ella volvió a su padre, quien hizo con ella conforme a su voto que había hecho. Y ella nunca conoció varón.
40. De aquí fue la costumbre en Israel que de año en año iban las doncellas de Israel a endechar a la hija de Jefté galaadita, cuatro días en el año.