Juan 20:22-31 Reina Valera Gómez (RVG)

22. Y habiendo dicho esto, sopló en ellos, y les dijo: Recibid el Espíritu Santo.

23. A quienes remitiereis los pecados, les son remitidos; a quienes se los retuviereis, les son retenidos.

24. Pero Tomás, uno de los doce, llamado Dídimo, no estaba con ellos cuando Jesús vino.

25. Le dijeron, pues, los otros discípulos: Hemos visto al Señor. Y él les dijo: Si no viere en sus manos la señal de los clavos, y metiere mi dedo en el lugar de los clavos, y metiere mi mano en su costado, no creeré.

26. Y ocho días después, estaban otra vez sus discípulos dentro, y con ellos Tomás. Entonces vino Jesús, estando las puertas cerradas, y poniéndose en medio, dijo: Paz a vosotros.

27. Entonces dijo a Tomás: Mete tu dedo aquí, y ve mis manos; y da acá tu mano, y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente.

28. Y Tomás respondió, y le dijo: ¡Señor mío, y Dios mío!

29. Jesús le dijo: Tomás, porque me has visto, creíste; bienaventurados los que no vieron, y creyeron.

30. Y ciertamente muchas otras señales hizo Jesús en presencia de sus discípulos, las cuales no están escritas en este libro.

31. Pero éstas se han escrito, para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios; y para que creyendo, tengáis vida en su nombre.

Juan 20