4. Cuando estoy acostado, digo: ¿Cuándo me levantaré, y se acabará la noche? Y estoy lleno de devaneos hasta el alba.
5. Mi carne está vestida de gusanos, y de costras de polvo; mi piel hendida y abominable.
6. Y mis días fueron más ligeros que la lanzadera del tejedor, y fenecieron sin esperanza.
7. Acuérdate que mi vida es un soplo, y que mis ojos no volverán a ver el bien.
8. Los ojos de los que me ven, no me verán más; fijarás en mí tus ojos, y dejaré de ser.
9. Como la nube se desvanece, y se va; así el que desciende al sepulcro ya no subirá;
10. No volverá más a su casa, ni su lugar le conocerá más.