11. ¿En tan poco tienes las consolaciones de Dios? ¿Tienes acaso alguna cosa oculta cerca de ti?
12. ¿Por qué te aleja tu corazón, y por qué guiñan tus ojos,
13. para que vuelvas tu espíritu contra Dios, y saques tales palabras de tu boca?
14. ¿Qué es el hombre para que sea limpio, y el nacido de mujer, para que sea justo?
15. He aquí que en sus santos no confía, y ni aun los cielos son limpios delante de sus ojos:
16. ¿Cuánto menos el hombre abominable y vil, que bebe la iniquidad como agua?
17. Escúchame; yo te mostraré, y te contaré lo que he visto;
18. Lo que los sabios nos contaron de sus padres, y no lo encubrieron;
19. A los cuales solamente fue dada la tierra, y no pasó extraño por medio de ellos;
20. Todos sus días, el impío es atormentado de dolor, y el número de años es escondido al violento.
21. Estruendos espantosos hay en sus oídos; en la prosperidad el destructor vendrá sobre él.
22. Él no creerá que ha de volver de las tinieblas, y descubierto está para la espada.
23. Vaga alrededor tras del pan, diciendo: ¿Dónde está? Sabe que le está preparado día de tinieblas, a la mano.
24. Tribulación y angustia le aterrarán, y se esforzarán contra él como un rey dispuesto para la batalla.
25. Por cuanto él extendió su mano contra Dios, y se ensoberbeció contra el Todopoderoso,
26. Él le acometerá en la cerviz, en lo grueso de las hombreras de sus escudos: