8. ¿Cómo decís: Nosotros somos sabios, y la ley de Jehová está con nosotros? Ciertamente, he aquí que en vano se cortó la pluma, por demás fueron los escribas.
9. Los sabios se avergonzaron, se espantaron y fueron presos: he aquí que aborrecieron la palabra de Jehová; ¿y qué sabiduría tienen?
10. Por tanto, daré sus esposas a otros, y sus campos a quienes los posean; porque desde el chico hasta el grande cada uno sigue la avaricia, desde el profeta hasta el sacerdote todos practican el engaño.
11. Y curaron el quebrantamiento de la hija de mi pueblo con liviandad, diciendo: Paz, paz; y no hay paz.
12. ¿Se avergonzaron de haber hecho abominación? Ciertamente no se han avergonzado, ni siquiera se han ruborizado; por tanto, caerán entre los que caigan, cuando los castigue, caerán, dice Jehová.