17. Oveja descarriada es Israel; leones lo dispersaron; el rey de Asiria lo devoró primero; este Nabucodonosor rey de Babilonia lo deshuesó después.
18. Por tanto, así dice Jehová de los ejércitos, Dios de Israel: He aquí que yo castigaré al rey de Babilonia y a su tierra como castigué al rey de Asiria.
19. Y volveré a traer a Israel a su morada, y pacerá en el Carmelo y en Basán; y en el monte de Efraín y de Galaad su alma será saciada.
20. En aquellos días y en aquel tiempo, dice Jehová, la maldad de Israel será buscada, y no aparecerá; y los pecados de Judá, y no se hallarán; porque perdonaré a los que yo hubiere dejado.
21. Sube contra la tierra de Merataim, contra ella y contra los moradores de Pekod; destruye y mata en pos de ellos, dice Jehová, y haz conforme a todo lo que yo te he mandado.
22. Estruendo de guerra hay en la tierra, y de destrucción grande.
23. ¡Cómo fue cortado y quebrado el martillo de toda la tierra! ¡Cómo se convirtió Babilonia en desierto entre las naciones!
24. Te puse lazos, y aun fuiste tomada, oh Babilonia, y tú no lo supiste: fuiste hallada, y aun presa, porque provocaste a Jehová.
25. Jehová ha abierto su arsenal, y ha sacado las armas de su indignación; porque ésta es obra de Jehová, Dios de los ejércitos, en la tierra de los caldeos.
26. Venid contra ella desde el extremo de la tierra; abrid sus almacenes; convertidla en montones, y destruidla; y no quede nada de ella.
27. Matad todos sus novillos; que vayan al matadero. ¡Ay de ellos! Porque ha venido su día, el tiempo de su castigo.