Jeremías 12:2-11 Reina Valera Gómez (RVG)

2. Los plantaste, y echaron raíces; progresaron, e hicieron fruto; cercano estás tú en sus bocas, mas lejos de sus riñones.

3. Pero tú, oh Jehová, me conoces; me has visto y has probado mi corazón para contigo; arráncalos como a ovejas para el matadero, y señálalos para el día de la matanza.

4. ¿Hasta cuándo estará de luto la tierra, y marchita la hierba de todo el campo? Por la maldad de los que en ella moran, faltaron los ganados y las aves; porque dijeron: Él no verá nuestro fin.

5. Si corriste con los de a pie, y te cansaron, ¿cómo contenderás con los caballos? Y si en la tierra de paz te escondiste, ¿cómo harás en la espesura del Jordán?

6. Porque aun tus hermanos y la casa de tu padre, aun ellos se levantaron contra ti, aun ellos dieron voces en pos de ti. No les creas, cuando bien te hablen.

7. He dejado mi casa, desamparé mi heredad, he entregado lo que amaba mi alma en manos de sus enemigos.

8. Mi heredad es para mí como león en la selva; rugió contra mí; por tanto, la aborrecí.

9. Como ave de rapiña es mi heredad para mí; las aves en derredor están contra ella. Venid, reuníos, vosotras todas las bestias del campo, venid a devorarla.

10. Muchos pastores han destruido mi viña, hollaron mi heredad, han convertido mi heredad preciosa en un desierto desolado.

11. Fue puesta en asolamiento, y lloró sobre mí desolada; fue asolada toda la tierra, porque no hubo hombre que lo pusiese en su corazón.

Jeremías 12