11. Por tanto vendrá sobre ti mal, que no sabrás ni de dónde vino; caerá sobre ti quebrantamiento, el cual no podrás remediar; y destrucción que no sabrás, vendrá de repente sobre ti.
12. Estate ahora en tus encantamientos, y con la multitud de tus hechizos, en los cuales te fatigaste desde tu niñez; quizá podrás mejorarte, quizá prevalecerás.
13. Te has fatigado en la multitud de tus consejos. Comparezcan ahora y te defiendan los astrólogos, los contempladores de las estrellas, los que cuentan los meses, para pronosticar lo que vendrá sobre ti.