11. Como pastor apacentará su rebaño; con su brazo recogerá los corderos, y en su seno los llevará; pastoreará suavemente a las recién paridas.
12. ¿Quién midió las aguas con el hueco de su mano, y midió los cielos con su palmo, y con tres dedos juntó el polvo de la tierra, y pesó los montes con balanza, y con pesas los collados?
13. ¿Quién enseñó al Espíritu de Jehová, o le aconsejó enseñándole?
14. ¿A quién pidió consejo para ser instruido? ¿Quién le enseñó el camino del juicio, o le enseñó conocimiento, o le mostró la senda del entendimiento?
15. He aquí que las naciones le son como la gota que cae de un cubo, y son contadas como el polvo de la balanza; he aquí que hace desaparecer las islas como polvo.
16. Ni el Líbano bastará para el fuego, ni todos sus animales para el sacrificio.
17. Como nada son todas las naciones delante de Él; y en su comparación serán estimadas en menos que nada, y que lo que no es.
18. ¿A qué, pues, haréis semejante a Dios, o a qué imagen le compararéis?
19. El artífice prepara la imagen de talla, el platero le extiende el oro, y le funde cadenas de plata.
20. El pobre escoge, para ofrecerle, madera que no se apolille; se busca un maestro sabio, que le haga una imagen de talla que no se mueva.
21. ¿No sabéis? ¿No habéis oído? ¿Nunca os lo han dicho desde el principio? ¿No habéis sido enseñados desde que la tierra se fundó?
22. Él está sentado sobre el globo de la tierra, cuyos moradores son como langostas; Él extiende los cielos como una cortina, los despliega como una tienda para morar.
23. Él reduce a nada a los poderosos, y a los jueces de la tierra hace como cosa vana.
24. Como si nunca hubieran sido plantados, como si nunca hubieran sido sembrados, como si nunca su tronco hubiera tenido raíz en la tierra; así que sopla en ellos, se secan, y el torbellino los lleva como hojarascas.
25. ¿A quién, pues, me haréis semejante o me haréis igual? dice el Santo.
26. Levantad en alto vuestros ojos, y mirad quién creó estas cosas; Él saca y cuenta su ejército; a todas llama por sus nombres; ninguna faltará; tal es la grandeza de su fuerza, y su poder y virtud.