38. Y como Lida estaba cerca de Jope, los discípulos, oyendo que Pedro estaba allí, le enviaron dos hombres, rogándole que no se detuviese en venir a ellos.
39. Pedro entonces levantándose, fue con ellos. Y cuando llegó, le llevaron al aposento alto, y todas las viudas le rodearon, llorando y mostrando las túnicas y los vestidos que Dorcas hacía cuando estaba con ellas.
40. Entonces, sacando a todos, Pedro se puso de rodillas y oró; y volviéndose al cuerpo, dijo: Tabita, levántate. Y ella abrió sus ojos, y viendo a Pedro, se incorporó.
41. Y él, dándole la mano, la levantó; y llamando a los santos y a las viudas, la presentó viva.
42. Esto fue notorio por toda Jope; y muchos creyeron en el Señor.
43. Y aconteció que se quedó muchos días en Jope, en casa de un cierto Simón, curtidor.