Hechos 9:1-16 Reina Valera Gómez (RVG)

1. Y Saulo, respirando aún amenazas y muerte contra los discípulos del Señor, fue al sumo sacerdote,

2. y pidió de él cartas para las sinagogas de Damasco, para que si hallase algunos de este Camino, ya fuesen hombres o mujeres, los trajese presos a Jerusalén.

3. Y yendo él por el camino, al acercarse a Damasco, súbitamente le cercó un resplandor de luz del cielo;

4. y cayendo en tierra, oyó una voz que le decía: Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?

5. Y él dijo: ¿Quién eres, Señor? Y el Señor dijo: Yo soy Jesús a quien tú persigues; dura cosa te es dar coces contra los aguijones.

6. Y él, temblando y temeroso, dijo: Señor, ¿qué quieres que yo haga? Y el Señor le dijo: Levántate y entra en la ciudad, y se te dirá lo que debes hacer.

7. Y los hombres que iban con Saulo, se pararon atónitos, oyendo a la verdad la voz, pero sin ver a nadie.

8. Entonces Saulo se levantó de tierra, y abriendo los ojos, no veía a nadie; así que, llevándole de la mano, lo trajeron a Damasco.

9. Y estuvo tres días sin ver, y no comió ni bebió.

10. Y había un discípulo en Damasco llamado Ananías, al cual el Señor dijo en visión: Ananías. Y él respondió: Heme aquí, Señor.

11. Y el Señor le dijo: Levántate, y ve a la calle que se llama Derecha, y busca en casa de Judas a uno llamado Saulo, de Tarso; porque he aquí, él ora;

12. y ha visto en visión a un varón llamado Ananías, que entra y pone sus manos sobre él, para que recobre la vista.

13. Entonces Ananías respondió: Señor, he oído de muchos acerca de este hombre, de cuántos males ha hecho a tus santos en Jerusalén;

14. y aun aquí tiene autoridad de los príncipes de los sacerdotes para prender a todos los que invocan tu nombre.

15. Y le dijo el Señor: Ve; porque instrumento escogido me es éste, para que lleve mi nombre en presencia de los gentiles, y de reyes, y de los hijos de Israel;

16. porque yo le mostraré cuánto le es necesario padecer por mi nombre.

Hechos 9