Hechos 8:4-17 Reina Valera Gómez (RVG)

4. Pero los que fueron esparcidos, iban por todas partes predicando la palabra.

5. Entonces Felipe descendió a la ciudad de Samaria, y les predicaba a Cristo.

6. Y el pueblo, unánime, escuchaba atentamente las cosas que decía Felipe, oyendo y viendo los milagros que hacía.

7. Porque espíritus inmundos, dando grandes voces, salían de muchos poseídos; y muchos paralíticos y cojos eran sanados.

8. Y había gran gozo en aquella ciudad.

9. Pero había un hombre llamado Simón, el cual había ejercido la magia en aquella ciudad, y había engañado a la gente de Samaria, diciéndose ser algún grande.

10. A éste oían atentamente todos, desde el más pequeño hasta el más grande, diciendo: Éste es el gran poder de Dios.

11. Y le estaban atentos, porque con sus artes mágicas los había hechizado mucho tiempo.

12. Pero cuando creyeron a Felipe, que les predicaba acerca del reino de Dios y el nombre de Jesucristo, fueron bautizados, así hombres como mujeres.

13. Entonces Simón mismo también creyó, y cuando fue bautizado, permaneció con Felipe, y viendo las maravillas y grandes milagros que se hacían, estaba atónito.

14. Y los apóstoles que estaban en Jerusalén, habiendo oído que Samaria había recibido la palabra de Dios, les enviaron a Pedro y a Juan;

15. quienes, habiendo descendido, oraron por ellos para que recibiesen el Espíritu Santo;

16. porque aún no había descendido sobre ninguno de ellos, sino que solamente habían sido bautizados en el nombre del Señor Jesús.

17. Entonces les impusieron las manos, y recibieron el Espíritu Santo.

Hechos 8