Hechos 26:4-12 Reina Valera Gómez (RVG)

4. Mi vida, pues, desde mi juventud, la cual desde el principio pasé en mi nación, en Jerusalén, la conocen todos los judíos;

5. los cuales saben que yo desde el principio, si quieren testificarlo, conforme a la más estricta secta de nuestra religión, he vivido fariseo.

6. Y ahora, por la esperanza de la promesa que hizo Dios a nuestros padres, comparezco y soy juzgado;

7. promesa a la cual nuestras doce tribus, sirviendo constantemente de día y de noche, esperan han de llegar. Por esta esperanza, oh rey Agripa, soy acusado por los judíos.

8. ¿Por qué se juzga entre vosotros cosa increíble que Dios resucite a los muertos?

9. Yo ciertamente había pensando dentro de mí, que era mi deber hacer muchas cosas contra el nombre de Jesús de Nazaret;

10. lo cual también hice en Jerusalén, y yo encerré en cárceles a muchos de los santos, habiendo recibido autoridad de los príncipes de los sacerdotes; y cuando los mataron, yo di mi voto.

11. Y muchas veces, castigándolos por todas las sinagogas, los forcé a blasfemar; y enfurecido sobremanera contra ellos, los perseguí hasta en las ciudades extranjeras.

12. Y ocupado en ello, yendo a Damasco con autoridad y comisión de los príncipes de los sacerdotes,

Hechos 26