Hechos 24:6-23 Reina Valera Gómez (RVG)

6. Quien también intentó profanar el templo; y prendiéndole, le quisimos juzgar conforme a nuestra ley.

7. Pero interviniendo el tribuno Lisias, con gran violencia le quitó de nuestras manos,

8. mandando a sus acusadores que viniesen a ti. Tú mismo, al interrogarle, podrás enterarte de todas estas cosas de que le acusamos.

9. Y asentían también los judíos, diciendo ser así estas cosas.

10. Y habiéndole hecho señal el gobernador para que hablase, Pablo respondió: Porque sé que desde hace muchos años eres juez de esta nación, de buen ánimo haré mi defensa.

11. Porque tú puedes verificar que no hace más de doce días yo subí a adorar a Jerusalén;

12. y no me hallaron en el templo disputando con alguno, ni alborotando al pueblo, ni en las sinagogas, ni en la ciudad;

13. ni pueden probar las cosas de que ahora me acusan.

14. Pero te confieso esto, que conforme al Camino que ellos llaman herejía, así sirvo al Dios de mis padres, creyendo todas las cosas que en la ley y en los profetas están escritas;

15. teniendo esperanza en Dios que ha de haber resurrección de los muertos, así de justos como de injustos, la cual también ellos esperan.

16. Y por esto yo procuro tener siempre una conciencia sin ofensa ante Dios y ante los hombres.

17. Mas pasados muchos años, vine a hacer limosnas a mi nación, y ofrendas.

18. Y en esto, unos judíos de Asia me hallaron purificado en el templo no con multitud ni con alboroto;

19. los cuales debían haber comparecido ante ti, y acusar, si contra mí tenían algo.

20. O digan estos mismos si hallaron en mí alguna cosa mal hecha, cuando comparecí ante el concilio,

21. a no ser por aquella voz, que clamé estando entre ellos: Acerca de la resurrección de los muertos soy juzgado hoy por vosotros.

22. Entonces Félix, oídas estas cosas, teniendo mejor conocimiento de este Camino, les puso dilación, diciendo: Cuando descendiere el tribuno Lisias acabaré de conocer de vuestro asunto.

23. Y mandó al centurión que se guardase a Pablo, y que tuviese libertades; y que no impidiesen a ninguno de los suyos servirle o venir a él.

Hechos 24