Hechos 22:1-11 Reina Valera Gómez (RVG)

1. Varones hermanos y padres, oíd mi defensa que hago ahora ante vosotros.

2. Y cuando oyeron que les hablaba en lengua hebrea, guardaron más silencio. Y les dijo:

3. Yo de cierto soy hombre judío, nacido en Tarso de Cilicia, pero criado en esta ciudad, educado a los pies de Gamaliel, estrictamente conforme a la ley de nuestros padres, siendo celoso de Dios, como hoy lo sois todos vosotros.

4. Y perseguí este Camino hasta la muerte, prendiendo y entregando en cárceles así hombres como mujeres;

5. como también el sumo sacerdote me es testigo, y todos los ancianos; de los cuales también recibí cartas para con los hermanos; e iba a Damasco para traer presos a Jerusalén a los que estuviesen allí, para que fuesen castigados.

6. Y aconteció que cuando hacía mi jornada, y llegaba cerca de Damasco, como a mediodía, repentinamente resplandeció del cielo una gran luz que me rodeó;

7. y caí al suelo, y oí una voz que me decía: Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?

8. Yo entonces respondí: ¿Quién eres, Señor? Y me dijo: Yo soy Jesús de Nazaret, a quién tú persigues.

9. Y los que estaban conmigo vieron a la verdad la luz, y se espantaron; mas no oyeron la voz del que hablaba conmigo.

10. Y dije: ¿Qué haré, Señor? Y el Señor me dijo: Levántate y ve a Damasco, y allí se te dirá todo lo que está ordenado que hagas.

11. Y como yo no podía ver a causa de la gloria de aquella luz, llevado de la mano por los que estaban conmigo, vine a Damasco.

Hechos 22