Hechos 2:18-29 Reina Valera Gómez (RVG)

18. Y de cierto sobre mis siervos y sobre mis siervas derramaré de mi Espíritu en aquellos días, y profetizarán.

19. Y mostraré prodigios arriba en el cielo; y señales abajo en la tierra; sangre y fuego, y vapor de humo:

20. El sol se tornará en tinieblas; y la luna en sangre; antes que venga el día del Señor; grande y memorable;

21. Y sucederá que todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo.

22. Varones israelitas, oíd estas palabras: Jesús Nazareno, varón aprobado de Dios entre vosotros con milagros y prodigios, y señales que Dios hizo en medio de vosotros por medio de Él, como también vosotros sabéis.

23. A Éste, entregado por determinado consejo y presciencia de Dios, prendisteis y matasteis por manos de los inicuos, crucificándole;

24. a quien Dios resucitó, habiendo soltado los dolores de la muerte, por cuanto era imposible ser retenido por ella.

25. Porque David dice de Él: Veía al Señor siempre delante de mí: Porque está a mi diestra, no seré conmovido.

26. Por lo cual mi corazón se alegró, y se gozó mi lengua; Y aun mi carne descansará en esperanza;

27. Porque no dejarás mi alma en el infierno, ni permitirás que tu Santo vea corrupción.

28. Me hiciste conocer los caminos de la vida; Me llenarás de gozo con tu presencia.

29. Varones hermanos, permitidme hablaros libremente del patriarca David, que murió, y fue sepultado, y su sepulcro está con nosotros hasta el día de hoy.

Hechos 2