Hebreos 5:1-11 Reina Valera Gómez (RVG)

1. Porque todo sumo sacerdote tomado de entre los hombres, es constituido a favor de los hombres en lo que a Dios se refiere, para que presente también ofrendas y sacrificios por los pecados;

2. que pueda compadecerse de los ignorantes y extraviados, puesto que él también está rodeado de flaqueza;

3. y por causa de ella debe ofrecer por los pecados, tanto por el pueblo, como también por sí mismo.

4. Y nadie toma para sí esta honra, sino el que es llamado de Dios, como lo fue Aarón.

5. Así también Cristo no se glorificó a sí mismo haciéndose Sumo Sacerdote, sino el que le dijo: Tú eres mi Hijo, yo te he engendrado hoy;

6. como también dice en otro lugar: Tú eres sacerdote para siempre, según el orden de Melquisedec.

7. El cual en los días de su carne, habiendo ofrecido ruegos y súplicas con gran clamor y lágrimas al que le podía librar de la muerte, fue oído por su temor reverente.

8. Y aunque era Hijo, por lo que padeció aprendió la obediencia;

9. y habiendo sido hecho perfecto, vino a ser autor de eterna salvación a todos los que le obedecen;

10. y fue llamado de Dios Sumo Sacerdote según el orden de Melquisedec.

11. Del cual tenemos mucho que decir, y difícil de describir, por cuanto sois tardos para oír.

Hebreos 5