1. Por tanto, hermanos santos, participantes del llamamiento celestial, considerad al Apóstol y Sumo Sacerdote de nuestra profesión, Cristo Jesús;
2. el cual fue fiel al que le constituyó, como también lo fue Moisés sobre toda su casa.
3. Porque de tanto mayor gloria que Moisés Éste es estimado digno, cuanto tiene mayor dignidad que la casa el que la edificó.