5. Por lo cual, entrando en el mundo, dice: sacrificio y ofrenda no quisiste; Mas me preparaste cuerpo:
6. Holocaustos y sacrificios por el pecado no te agradaron.
7. Entonces dije: He aquí que vengo (en la cabecera del libro está escrito de mí) para hacer, oh Dios, tu voluntad.
8. Diciendo arriba: Sacrificio y ofrenda, y holocaustos y expiaciones por el pecado no quisiste, ni te agradaron (cuyas cosas se ofrecen según la ley).
9. Entonces dijo: He aquí que vengo para hacer, oh Dios, tu voluntad. Quita lo primero, para establecer lo postrero.
10. En esa voluntad nosotros somos santificados, mediante la ofrenda del cuerpo de Jesucristo hecha una sola vez.
11. Y ciertamente todo sacerdote se presenta cada día ministrando y ofreciendo muchas veces los mismos sacrificios, que nunca pueden quitar los pecados.
12. Pero Éste, habiendo ofrecido por los pecados un solo sacrificio para siempre, se ha sentado a la diestra de Dios,
13. de aquí en adelante esperando hasta que sus enemigos sean puestos por estrado de sus pies.
14. Porque con una sola ofrenda hizo perfectos para siempre a los santificados.
15. Y el Espíritu Santo también nos da testimonio; porque después que había dicho:
16. Éste es el pacto que haré con ellos: Después de aquellos días, dice el Señor: Daré mis leyes en sus corazones, y en sus mentes las escribiré;