Hebreos 10:11-28 Reina Valera Gómez (RVG)

11. Y ciertamente todo sacerdote se presenta cada día ministrando y ofreciendo muchas veces los mismos sacrificios, que nunca pueden quitar los pecados.

12. Pero Éste, habiendo ofrecido por los pecados un solo sacrificio para siempre, se ha sentado a la diestra de Dios,

13. de aquí en adelante esperando hasta que sus enemigos sean puestos por estrado de sus pies.

14. Porque con una sola ofrenda hizo perfectos para siempre a los santificados.

15. Y el Espíritu Santo también nos da testimonio; porque después que había dicho:

16. Éste es el pacto que haré con ellos: Después de aquellos días, dice el Señor: Daré mis leyes en sus corazones, y en sus mentes las escribiré;

17. y nunca más me acordaré de sus pecados e iniquidades.

18. Pues donde hay remisión de éstos, no hay más ofrenda por el pecado.

19. Así que, hermanos, teniendo libertad para entrar en el lugar santísimo por la sangre de Jesús,

20. por el camino nuevo y vivo que Él nos consagró a través del velo, esto es, por su carne;

21. y teniendo un gran sacerdote sobre la casa de Dios,

22. acerquémonos con corazón sincero, en plena certidumbre de fe, purificados los corazones de mala conciencia, y lavados los cuerpos con agua pura.

23. Mantengamos firme, sin fluctuar, la profesión de nuestra fe; que fiel es el que prometió;

24. y considerémonos unos a otros para provocarnos al amor y a las buenas obras;

25. no dejando nuestra congregación, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos unos a otros; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca.

26. Porque si pecáremos voluntariamente después de haber recibido el conocimiento de la verdad, ya no queda más sacrificio por el pecado,

27. sino una horrenda expectación de juicio y hervor de fuego que ha de devorar a los adversarios.

28. El que menospreciare la ley de Moisés, por el testimonio de dos o de tres testigos muere sin ninguna misericordia.

Hebreos 10