27. Y abriendo uno de ellos su saco para dar de comer a su asno en el mesón, vio su dinero que estaba en la boca de su costal.
28. Y dijo a sus hermanos: Mi dinero se me ha devuelto, y helo aquí en mi saco. Entonces se les sobresaltó el corazón, y espantados dijeron el uno al otro: ¿Qué es esto que nos ha hecho Dios?
29. Y vinieron a Jacob su padre en tierra de Canaán, y le contaron todo lo que les había acontecido, diciendo:
30. Aquel varón, señor de la tierra, nos habló ásperamente, y nos trató como a espías de la tierra:
31. Y nosotros le dijimos: Somos hombres de verdad, no somos espías:
32. Somos doce hermanos, hijos de nuestro padre; uno no parece, y el menor está hoy con nuestro padre en la tierra de Canaán.
33. Y aquel varón, señor de la tierra, nos dijo: En esto conoceré que sois hombres de verdad; dejad conmigo uno de vuestros hermanos, y tomad grano para el hambre de vuestras casas, y andad,