Génesis 24:30-36 Reina Valera Gómez (RVG)

30. Y sucedió que cuando él vio el pendiente y los brazaletes en las manos de su hermana, y cuando oyó las palabras de su hermana Rebeca, que decía: Así me habló aquel hombre, vino a él; y he aquí que él estaba con los camellos junto a la fuente.

31. Y le dijo: Ven, bendito de Jehová; ¿por qué estás fuera? yo he limpiado la casa, y el lugar para los camellos.

32. Entonces el hombre vino a casa, y Labán desató los camellos; y les dio paja y forraje, y agua para lavar los pies de él, y los pies de los hombres que con él venían.

33. Y le pusieron delante qué comer; mas él dijo: No comeré hasta que haya dicho mi mensaje. Y él le dijo: Habla.

34. Entonces dijo: Yo soy criado de Abraham;

35. y Jehová ha bendecido mucho a mi amo, y él se ha engrandecido: y le ha dado ovejas y vacas, plata y oro, siervos y siervas, camellos y asnos.

36. Y Sara, la esposa de mi amo, en su vejez dio a luz un hijo a mi señor, a quien le ha dado todo cuanto tiene.

Génesis 24