Gálatas 3:8-23 Reina Valera Gómez (RVG)

8. Y la Escritura, previendo que Dios había de justificar por la fe a los gentiles, predicó antes el evangelio a Abraham, diciendo: En ti serán bendecidas todas las naciones.

9. Así también los de la fe, son bendecidos con el creyente Abraham.

10. Porque todos los que son de las obras de la ley están bajo maldición. Porque escrito está: Maldito todo aquel que no permaneciere en todas las cosas que están escritas en el libro de la ley, para hacerlas.

11. Y que por la ley ninguno se justifica para con Dios, es evidente; porque: El justo por la fe vivirá,

12. y la ley no es de fe, sino que dice: El hombre que las hiciere, vivirá en ellas.

13. Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros maldición (porque escrito está: Maldito todo aquel que es colgado en un madero),

14. a fin de que la bendición de Abraham viniese sobre los gentiles a través de Jesucristo; para que por la fe recibamos la promesa del Espíritu.

15. Hermanos, hablo como hombre: Un pacto, aunque sea de hombre, si fuere confirmado, nadie lo anula, o le añade.

16. Ahora bien, a Abraham fueron hechas las promesas, y a su simiente. No dice: Y a las simientes, como de muchos; sino como de uno: Y a tu simiente, el cual es Cristo.

17. Y esto digo: El pacto antes confirmado por Dios en Cristo, la ley que vino cuatrocientos treinta años después, no le anula, para invalidar la promesa.

18. Porque si la herencia fuese por la ley, ya no sería por la promesa: Mas Dios la dio a Abraham por la promesa.

19. ¿Para qué entonces, sirve la ley? Fue añadida por causa de las transgresiones, hasta que viniese la simiente a quien fue hecha la promesa, y fue ordenada por ángeles en mano de un mediador.

20. Ahora bien, un mediador no es de uno solo, pero Dios es uno.

21. ¿Luego la ley es contraria a las promesas de Dios? ¡En ninguna manera! Porque si se hubiera dado una ley que pudiera vivificar, la justicia verdaderamente habría sido por la ley.

22. Mas la Escritura encerró todo bajo pecado, para que la promesa por la fe de Jesucristo, fuese dada a los que creen.

23. Pero antes que viniese la fe, estábamos guardados bajo la ley, encerrados para aquella fe que había de ser revelada.

Gálatas 3