13. En Edén, en el huerto de Dios estuviste; toda piedra preciosa fue tu vestidura; el sardio, el topacio, el diamante, el berilo, el ónice, el jaspe, el zafiro, la esmeralda, el carbunclo y el oro; los primores de tus tamboriles y flautas fueron preparados en ti el día que fuiste creado.
14. Tú, querubín ungido, protector; yo te puse así; en el santo monte de Dios estuviste; en medio de piedras de fuego has andado.
15. Perfecto eras en todos tus caminos desde el día que fuiste creado, hasta que se halló en ti maldad.
16. A causa de la multitud de tus contrataciones fuiste lleno de iniquidad, y pecaste; por lo cual yo te echaré por profano del monte de Dios, y te destruiré, oh querubín protector, de entre las piedras de fuego.