Éxodo 37:2-18 Reina Valera Gómez (RVG)

2. Y la cubrió de oro puro por dentro y por fuera, y le hizo una cornisa de oro en derredor.

3. Le hizo además de fundición cuatro anillos de oro a sus cuatro esquinas; en un lado dos anillos y en el otro lado dos anillos.

4. Hizo también las varas de madera de acacia, y las cubrió de oro.

5. Y metió las varas por los anillos a los lados del arca, para llevar el arca.

6. Hizo asimismo el propiciatorio de oro puro; su longitud de dos codos y medio, y su anchura de codo y medio.

7. Hizo también los dos querubines de oro, los hizo labrados a martillo, a los dos extremos del propiciatorio:

8. Un querubín a un extremo, y el otro querubín al otro extremo; de una pieza con el propiciatorio; hizo los querubines a sus dos extremos.

9. Y los querubines extendían sus alas por encima, cubriendo con sus alas el propiciatorio; y con sus rostros el uno frente al otro, mirando hacia el propiciatorio los rostros de los querubines.

10. Hizo también la mesa de madera de acacia; su longitud de dos codos, y su anchura de un codo, y de codo y medio su altura;

11. Y la cubrió de oro puro, y le hizo una cornisa de oro en derredor.

12. Le hizo también una moldura de un palmo menor de anchura alrededor, e hizo en derredor de la moldura una cornisa de oro.

13. Le hizo asimismo de fundición cuatro anillos de oro, y los puso a las cuatro esquinas que correspondían a las cuatro patas de ella.

14. Delante de la moldura estaban los anillos, por los cuales se metiesen las varas para llevar la mesa.

15. E hizo las varas de madera de acacia para llevar la mesa, y las cubrió de oro.

16. También hizo los vasos que habían de estar sobre la mesa, sus platos, y sus cucharas, y sus cubiertos y sus tazones con que se había de libar, de oro fino.

17. Hizo asimismo el candelero de oro puro, y lo hizo labrado a martillo: su pie y su caña, sus copas, sus manzanas y sus flores eran de lo mismo.

18. De sus lados salían seis brazos; tres brazos de un lado del candelero, y otros tres brazos del otro lado del candelero:

Éxodo 37