5. Y también los vasos de oro y de plata de la casa de Dios, que Nabucodonosor sacó del templo que estaba en Jerusalén y los pasó a Babilonia, sean devueltos y sean traídos al templo que está en Jerusalén, a su lugar, y sean puestos en la casa de Dios.
6. Ahora pues, Tatnai, jefe de más allá del río, Setar-boznai, y sus compañeros los aparsaqueos que estáis al otro lado del río, apartaos de allí.
7. Dejad que se haga la obra de esta casa de Dios; que el principal de los judíos y a sus ancianos edifiquen esta casa de Dios en su lugar.
8. Y por mí es dado mandamiento de lo que habéis de hacer con los ancianos de estos judíos, para edificar esta casa de Dios; que de la hacienda del rey, que tiene del tributo del otro lado del río, los gastos sean dados luego a aquellos varones, para que no cesen.
9. Y lo que fuere necesario, becerros y carneros y corderos, para holocaustos al Dios del cielo, trigo, sal, vino y aceite, conforme a lo que dijeren los sacerdotes que están en Jerusalén, les sea dado cada día, sin falta;
10. para que ofrezcan sacrificios de perfume grato al Dios del cielo, y oren por la vida del rey y por sus hijos.
11. También es dado por mí mandamiento, que cualquiera que altere este decreto, le sea arrancado un madero de su casa, y alzado, sea colgado en él, y su casa sea hecha muladar por esto.
12. Y el Dios que hizo habitar allí su nombre, destruya a todo rey y pueblo que pusiere su mano y lo altere para destruir esta casa de Dios, la cual está en Jerusalén. Yo Darío he dado el decreto; sea hecho prestamente.
13. Entonces Tatnai, gobernador del otro lado del río, y Setar-boznai, y sus compañeros, hicieron prestamente según el rey Darío había enviado.
14. Y los ancianos de los judíos edificaban y prosperaban, conforme a la profecía de Hageo profeta, y de Zacarías hijo de Iddo. Edificaron, pues, y acabaron, conforme al mandamiento del Dios de Israel, y por mandato de Ciro, y de Darío, y de Artajerjes rey de Persia.
15. Y esta casa fue acabada al tercer día del mes de Adar, que era el sexto año del reinado del rey Darío.
16. Y los hijos de Israel, los sacerdotes y los levitas, y los demás que habían venido de la cautividad, hicieron la dedicación de esta casa de Dios con gozo.