19. Así que ya no sois extranjeros ni advenedizos, sino conciudadanos de los santos, y de la familia de Dios;
20. edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo,
21. en quien todo el edificio, bien coordinado, va creciendo para ser un templo santo en el Señor;
22. en quien también vosotros sois juntamente edificados, para morada de Dios en el Espíritu.