15. aboliendo en su carne las enemistades, la ley de los mandamientos contenidos en ordenanzas, para hacer en sí mismo de los dos un nuevo hombre, haciendo así la paz;
16. y reconciliar con Dios a ambos en un cuerpo mediante la cruz, matando en sí mismo las enemistades.
17. Y vino, y predicó la paz a vosotros que estabais lejos, y a los que estaban cerca;
18. porque por medio de Él ambos tenemos entrada por un mismo Espíritu al Padre.
19. Así que ya no sois extranjeros ni advenedizos, sino conciudadanos de los santos, y de la familia de Dios;
20. edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo,