3. Porque de la mucha ocupación viene el sueño, y de la multitud de las palabras la voz del necio.
4. Cuando a Dios hicieres promesa, no tardes en cumplirla; porque Él no se agrada de los insensatos. Cumple lo que prometes.
5. Mejor es que no prometas, a que prometas y no cumplas.
6. No sueltes tu boca para hacer pecar a tu carne; ni digas delante del ángel, que fue ignorancia. ¿Por qué harás que Dios se enoje a causa de tu voz, y que destruya la obra de tus manos?
7. Donde los sueños son en multitud, también lo son las vanidades y las muchas palabras; mas tú, teme a Dios.
8. Si opresión de pobres, y extorsión de derecho y de justicia vieres en la provincia, no te maravilles de ello; porque sobre el alto está mirando otro más alto, y uno más alto está sobre ellos.
9. Además el provecho de la tierra es para todos; el rey mismo está sujeto a los campos.
10. El que ama el dinero, no se saciará de dinero; y el que ama el mucho tener, no sacará fruto. También esto es vanidad.
11. Cuando los bienes aumentan, también aumentan los que los consumen. ¿Qué bien, pues, tendrá su dueño, sino verlos con sus ojos?