Eclesiastés 5:1-8 Reina Valera Gómez (RVG)

1. Cuando fueres a la casa de Dios, guarda tu pie; y acércate más para oír que para dar el sacrificio de los necios, porque no saben que hacen mal.

2. No te des prisa con tu boca, ni tu corazón se apresure a proferir palabra delante de Dios; porque Dios está en el cielo, y tú en la tierra; por tanto, sean pocas tus palabras.

3. Porque de la mucha ocupación viene el sueño, y de la multitud de las palabras la voz del necio.

4. Cuando a Dios hicieres promesa, no tardes en cumplirla; porque Él no se agrada de los insensatos. Cumple lo que prometes.

5. Mejor es que no prometas, a que prometas y no cumplas.

6. No sueltes tu boca para hacer pecar a tu carne; ni digas delante del ángel, que fue ignorancia. ¿Por qué harás que Dios se enoje a causa de tu voz, y que destruya la obra de tus manos?

7. Donde los sueños son en multitud, también lo son las vanidades y las muchas palabras; mas tú, teme a Dios.

8. Si opresión de pobres, y extorsión de derecho y de justicia vieres en la provincia, no te maravilles de ello; porque sobre el alto está mirando otro más alto, y uno más alto está sobre ellos.

Eclesiastés 5