10. Si se embotare el hierro, y su filo no fuere amolado, hay que añadir entonces más fuerza; pero la sabiduría es provechosa para dirigir.
11. Muerde la serpiente cuando no está encantada, y el lenguaraz no es mejor.
12. Las palabras de la boca del sabio son gracia; mas los labios del necio causan su propia ruina.
13. El principio de las palabras de su boca es necedad; y el fin de su charla, nocivo desvarío.
14. El necio multiplica las palabras; el hombre no sabe lo que ha de ser; ¿y quién le hará saber lo que después de él será?
15. El trabajo de los necios los fatiga; porque no saben por dónde ir a la ciudad.
16. ¡Ay de ti, tierra, cuando tu rey es muchacho, y tus príncipes banquetean de mañana!
17. ¡Bienaventurada, tú, tierra, cuando tu rey es hijo de nobles, y tus príncipes comen a su hora, para reponer sus fuerzas y no para embriagarse!
18. Por la pereza se cae la techumbre, y por la flojedad de manos se llueve la casa.
19. Por el placer se hace el convite, y el vino alegra a los vivos; y el dinero responde a todo.
20. Ni aun en tu pensamiento digas mal del rey, ni en los secretos de tu cámara digas mal del rico; porque las aves del cielo llevarán la voz, y las que tienen alas harán saber la palabra.