Eclesiastés 1:11-18 Reina Valera Gómez (RVG)

11. No hay memoria de lo que precedió, ni tampoco de lo que sucederá habrá memoria en los que serán después.

12. Yo el Predicador fui rey sobre Israel en Jerusalén.

13. Y di mi corazón a inquirir y buscar con sabiduría sobre todo lo que se hace debajo del cielo; este penoso trabajo dio Dios a los hijos de los hombres, para que se ocupen en él.

14. Yo miré todas las obras que se hacen debajo del sol; y he aquí, todo ello es vanidad y aflicción de espíritu.

15. Lo torcido no se puede enderezar; y lo incompleto no puede numerarse.

16. Hablé yo con mi corazón, diciendo: He aquí yo me hallo engrandecido, y he crecido en sabiduría sobre todos los que fueron antes de mí en Jerusalén; y mi corazón ha percibido mucha sabiduría y ciencia.

17. Y di mi corazón a conocer la sabiduría, y también a entender las locuras y los desvaríos; conocí que aun esto era aflicción de espíritu.

18. Porque en la mucha sabiduría hay mucha molestia; y quien añade conocimiento, añade dolor.

Eclesiastés 1