2 Crónicas 6:29-42 Reina Valera Gómez (RVG)

29. toda oración y todo ruego que hiciere cualquier hombre, o todo tu pueblo Israel, cualquiera que conociere su llaga y su dolor en su corazón, si extendiere sus manos hacia esta casa,

30. entonces escucha tú desde los cielos, desde el lugar de tu habitación, y perdona, y da a cada uno conforme a sus caminos, habiendo conocido su corazón (porque sólo tú conoces el corazón de los hijos de los hombres);

31. para que te teman y anden en tus caminos, todos los días que vivan sobre la faz de la tierra que tú diste a nuestros padres.

32. Y también al extranjero que no fuere de tu pueblo Israel, que hubiere venido de lejanas tierras a causa de tu grande nombre, y de tu mano fuerte, y de tu brazo extendido, si vinieren, y oraren en esta casa,

33. entonces escucha tú desde los cielos, desde el lugar de tu morada, y haz conforme a todas las cosas por las cuales hubiere clamado a ti el extranjero; para que todos los pueblos de la tierra conozcan tu nombre, y te teman así como tu pueblo Israel, y sepan que tu nombre es invocado sobre esta casa que yo he edificado.

34. Si tu pueblo saliere a la guerra contra sus enemigos por el camino que tú los enviares, y oraren a ti hacia esta ciudad que tú elegiste, hacia la casa que he edificado a tu nombre,

35. entonces escucha desde los cielos su oración y su ruego, y ampara su causa.

36. Si pecaren contra ti (pues no hay hombre que no peque), y te enojares contra ellos, y los entregares delante de sus enemigos, y éstos los llevaren cautivos a tierra lejana o cercana;

37. si ellos volvieren en sí en la tierra donde fueren llevados cautivos; y se convirtieren, y oraren a ti en la tierra de su cautividad, y dijeren: Pecamos, hemos hecho inicuamente, impíamente hemos actuado;

38. si se convirtieren a ti de todo su corazón y de toda su alma en la tierra de su cautividad, donde los hubieren llevado cautivos, y oraren hacia su tierra que tú diste a sus padres, hacia la ciudad que tú elegiste, y hacia la casa que he edificado a tu nombre;

39. entonces escucha desde los cielos, desde el lugar de tu morada, su oración y su ruego, y ampara su causa, y perdona a tu pueblo que pecó contra ti.

40. Ahora, pues, oh Dios mío, te ruego que estén abiertos tus ojos, y atentos tus oídos a la oración en este lugar.

41. Oh Jehová Dios, levántate ahora para habitar en tu reposo, tú y el arca de tu fortaleza; sean, oh Jehová Dios, vestidos de salvación tus sacerdotes, y tus santos se regocijen en tu bondad.

42. Jehová Dios, no voltees tu rostro de tu ungido; acuérdate de las misericordias para con David tu siervo.

2 Crónicas 6