1 Reyes 8:53-66 Reina Valera Gómez (RVG)

53. porque tú los apartaste para ti por tu heredad de todos los pueblos de la tierra, como lo dijiste por mano de Moisés tu siervo, cuando sacaste a nuestros padres de Egipto, oh Señor Jehová.

54. Y fue que cuando Salomón acabó de hacer toda esta oración y súplica a Jehová, se levantó de estar de rodillas delante del altar de Jehová con sus manos extendidas al cielo;

55. y puesto en pie, bendijo a toda la congregación de Israel, diciendo en voz alta:

56. Bendito sea Jehová, que ha dado reposo a su pueblo Israel, conforme a todo lo que Él había dicho; ninguna palabra de todas sus promesas que expresó por Moisés su siervo, ha faltado.

57. Sea con nosotros Jehová nuestro Dios, como fue con nuestros padres; y no nos desampare ni nos deje;

58. y que incline nuestro corazón hacia Él, para que andemos en todos sus caminos, y guardemos sus mandamientos y sus estatutos y sus derechos, los cuales mandó a nuestros padres.

59. Y que estas mis palabras con que he orado delante de Jehová estén cerca de Jehová nuestro Dios de día y de noche, para que Él proteja la causa de su siervo, y de su pueblo Israel, cada cosa en su tiempo;

60. para que todos los pueblos de la tierra sepan que Jehová es Dios, y que no hay otro.

61. Sea, pues, perfecto vuestro corazón para con Jehová nuestro Dios, andando en sus estatutos, y guardando sus mandamientos, como el día de hoy.

62. Entonces el rey, y todo Israel con él, ofrecieron sacrificios delante de Jehová.

63. Y ofreció Salomón sacrificios de paz, los cuales ofreció a Jehová; veintidós mil bueyes, y ciento veinte mil ovejas. Así dedicaron el rey y todos los hijos de Israel la casa de Jehová.

64. Aquel mismo día santificó el rey el medio del atrio que estaba delante de la casa de Jehová: porque ofreció allí los holocaustos, y los presentes, y las grosuras de las ofrendas de paz; por cuanto el altar de bronce que estaba delante de Jehová era demasiado pequeño, y no cabían en él los holocaustos, las ofrendas y las grosuras de los sacrificios de paz.

65. En aquel tiempo Salomón hizo fiesta, y con él todo Israel, una grande congregación, desde donde entran en Hamat hasta el río de Egipto, delante de Jehová nuestro Dios, por siete días y otros siete días, esto es, por catorce días.

66. Y el octavo día despidió al pueblo; y ellos bendiciendo al rey, se fueron a sus tiendas alegres y gozosos de corazón por todos los beneficios que Jehová había hecho a David su siervo, y a su pueblo Israel.

1 Reyes 8