17. Y los jóvenes de los príncipes de las provincias salieron primero. Y había Benadad enviado quien le dio aviso, diciendo: Han salido hombres de Samaria.
18. Él entonces dijo: Si han salido por paz, tomadlos vivos; y si han salido para pelear, tomadlos vivos.
19. Salieron, pues, de la ciudad los jóvenes de los príncipes de las provincias, y en pos de ellos el ejército.
20. Y mató cada uno al que venía contra él: y huyeron los sirios, siguiéndolos los de Israel. Y el rey de Siria, Benadad, se escapó en un caballo con alguna gente de caballería.
21. Y salió el rey de Israel, e hirió la gente de a caballo, y los carros; y deshizo a los sirios con grande estrago.
22. Vino luego el profeta al rey de Israel y le dijo: Ve, fortalécete, y considera y mira lo que has de hacer; porque pasado el año, el rey de Siria vendrá contra ti.
23. Y los siervos del rey de Siria le dijeron: Sus dioses son dioses de las montañas, por eso nos han vencido; mas si peleáremos con ellos en el valle, se verá si no los vencemos.
24. Haz, pues, así: Saca a los reyes cada uno de su puesto, y pon capitanes en lugar de ellos.
25. Y tú, fórmate otro ejército como el ejército que perdiste, caballos por caballos, y carros por carros; luego pelearemos con ellos en el valle, y veremos si no los vencemos. Y él les dio oído, y lo hizo así.
26. Pasado el año, Benadad pasó revista a los sirios, y vino a Afec a pelear contra Israel.
27. Y los hijos de Israel fueron también inspeccionados, y tomando provisiones vinieron a encontrarles; y acamparon los hijos de Israel delante de ellos, como dos rebañuelos de cabras; y los sirios llenaban la tierra.