10. En esto consiste el amor; no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino que Él nos amó a nosotros, y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados.
11. Amados, si Dios así nos ha amado, debemos también nosotros amarnos unos a otros.
12. A Dios nadie le vio jamás. Si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros, y su amor se perfecciona en nosotros.
13. En esto conocemos que permanecemos en Él, y Él en nosotros, en que nos ha dado de su Espíritu.
14. Y nosotros hemos visto y testificamos que el Padre ha enviado al Hijo para ser el Salvador del mundo.
15. Todo aquel que confiese que Jesús es el Hijo de Dios, Dios permanece en él, y él en Dios.
16. Y nosotros hemos conocido y creído el amor que Dios tiene para con nosotros. Dios es amor; y el que permanece en amor, permanece en Dios, y Dios en él.
17. En esto es perfeccionado el amor en nosotros, para que tengamos confianza en el día del juicio; pues como Él es, así somos nosotros en este mundo.
18. En el amor no hay temor; mas el perfecto amor echa fuera el temor, porque el temor conlleva castigo. Y el que teme no ha sido perfeccionado en el amor.