26. Tengo, pues, esto por bueno a causa de la necesidad que apremia; que bueno es al hombre quedarse así.
27. ¿Estás ligado a esposa? No procures soltarte. ¿Estás libre de esposa? No procures esposa.
28. Mas también si te casas, no pecaste; y si la virgen se casa, no pecó; pero aflicción de carne tendrán los tales; pero yo os dejo.
29. Pero esto digo, hermanos, que el tiempo es corto; resta, pues, que los que tienen esposa sean como si no la tuviesen,
30. y los que lloran, como si no llorasen; y los que se regocijan, como si no se regocijasen; y los que compran, como si no poseyesen;
31. y los que disfrutan de este mundo, como no abusando de ello; porque la apariencia de este mundo se pasa.
32. Quisiera, pues, que estuvieseis sin afán. El soltero tiene cuidado de las cosas que son del Señor, de cómo ha de agradar al Señor;
33. pero el casado tiene cuidado de las cosas del mundo, de cómo ha de agradar a su esposa.
34. También hay diferencia entre la casada y la virgen. La soltera tiene cuidado de las cosas del Señor, para ser santa así en cuerpo como en espíritu; mas la casada tiene cuidado de las cosas del mundo, de cómo ha de agradar a su marido.
35. Y esto digo para vuestro provecho; no para tenderos lazo, sino para lo honesto y decente, y para que sin impedimento os acerquéis al Señor.
36. Pero si alguno considera que se va a comportar indecorosamente hacia su virgen y si ella está en la flor de la edad, y necesita así hacerlo, haga lo que quiera, no peca. Cásense.
37. Pero el que está firme en su corazón, y no tiene necesidad, sino que tiene potestad sobre su propia voluntad, y determinó en su corazón el conservarla virgen, bien hace.
38. Así que el que la da en casamiento, bien hace; y el que no la da en casamiento hace mejor.
39. La esposa está atada a la ley mientras su marido vive; pero si su marido muere, libre es; cásese con quien quiera, con tal que sea en el Señor.
40. Pero a mi parecer, será más dichosa si se queda así; y pienso que también yo tengo el Espíritu de Dios.