16. De otra manera, si bendices sólo con el espíritu, el que ocupa el lugar de un simple oyente, ¿cómo dirá amén a tu acción de gracias? pues no sabe lo que has dicho.
17. Porque tú, a la verdad, bien das gracias; pero el otro no es edificado.
18. Doy gracias a mi Dios que hablo en lenguas más que todos vosotros;
19. pero en la iglesia prefiero hablar cinco palabras con mi entendimiento, para enseñar también a otros, que diez mil palabras en lengua desconocida.