Salmos 102:1-14 Reina-Valera Antigua (RVES)

1. Oración del pobre, cuando estuviere angustiado, y delante de Jehová derramare su lamento. JEHOVA, oye mi oración, Y venga mi clamor á ti.

2. No escondas de mí tu rostro: en el día de mi angustia Inclina á mí tu oído; El día que te invocare, apresúrate á responderme.

3. Porque mis días se han consumido como humo; Y mis huesos cual tizón están quemados.

4. Mi corazón fué herido, y secóse como la hierba; Por lo cual me olvidé de comer mi pan.

5. Por la voz de mi gemido Mis huesos se han pegado á mi carne.

6. Soy semejante al pelícano del desierto; Soy como el buho de las soledades.

7. Velo, y soy Como el pájaro solitario sobre el tejado.

8. Cada día me afrentan mis enemigos; Los que se enfurecen contra mí, hanse contra mí conjurado.

9. Por lo que como la ceniza á manera de pan, Y mi bebida mezclo con lloro,

10. A causa de tu enojo y de tu ira; Pues me alzaste, y me has arrojado.

11. Mis días son como la sombra que se va; Y heme secado como la hierba.

12. Mas tú, Jehová, permanecerás para siempre, Y tu memoria para generación y generación.

13. Tú levantándote, tendrás misericordia de Sión; Porque el tiempo de tener misericordia de ella, porque el plazo es llegado.

14. Porque tus siervos aman sus piedras, Y del polvo de ella tienen compasión.

Salmos 102