Mateo 27:44-59 Reina-Valera Antigua (RVES)

44. Lo mismo también le zaherían los ladrones que estaban crucificados con él.

45. Y desde la hora de sexta fueron tinieblas sobre toda la tierra hasta la hora de nona.

46. Y cerca de la hora de nona, Jesús exclamó con grande voz, diciendo: Eli, Eli, ¿lama sabachtani? Esto es: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?

47. Y algunos de los que estaban allí, oyéndolo, decían: A Elías llama éste.

48. Y luego, corriendo uno de ellos, tomó una esponja, y la hinchió de vinagre, y poniéndola en una caña, dábale de beber.

49. Y los otros decían: Deja, veamos si viene Elías á librarle.

50. Mas Jesús, habiendo otra vez exclamado con grande voz, dió el espíritu.

51. Y he aquí, el velo del templo se rompió en dos, de alto á bajo: y la tierra tembló, y las piedras se hendieron;

52. Y abriéronse los sepulcros, y muchos cuerpos de santos que habían dormido, se levantaron;

53. Y salidos de los sepulcros, después de su resurrección, vinieron á la santa ciudad, y aparecieron á muchos.

54. Y el centurión, y los que estaban con él guardando á Jesús, visto el terremoto, y las cosas que habían sido hechas, temieron en gran manera, diciendo: Verdaderamente Hijo de Dios era éste.

55. Y estaban allí muchas mujeres mirando de lejos, las cuales habían seguido de Galilea á Jesús, sirviéndole:

56. Entre las cuales estaban María Magdalena, y María la madre de Jacobo y de José, y la madre de los hijos de Zebedeo.

57. Y como fué la tarde del día, vino un hombre rico de Arimatea, llamado José, el cual también había sido discípulo de Jesús.

58. Este llegó á Pilato, y pidió el cuerpo de Jesús: entonces Pilato mandó que se le diese el cuerpo.

59. Y tomando José el cuerpo, lo envolvió en una sábana limpia,

Mateo 27