42. Otra vez fué, segunda vez, y oró diciendo. Padre mío, si no puede este vaso pasar de mí sin que yo lo beba, hágase tu voluntad.
43. Y vino, y los halló otra vez durmiendo; porque los ojos de ellos estaban agravados.
44. Y dejándolos fuése de nuevo, y oró tercera vez, diciendo las mismas palabras.
45. Entonces vino á sus discípulos y díceles: Dormid ya, y descansad: he aquí ha llegado la hora, y el Hijo del hombre es entregado en manos de pecadores.
46. Levantaos, vamos: he aquí ha llegado el que me ha entregado.
47. Y hablando aún él, he aquí Judas, uno de los doce, vino, y con él mucha gente con espadas y con palos, de parte de los príncipes de los sacerdotes, y de los ancianos del pueblo.
48. Y el que le entregaba les había dado señal, diciendo: Al que yo besare, aquél es: prendedle.
49. Y luego que llegó á Jesús, dijo: Salve, Maestro. Y le besó.